PANAMÁ. 1 DE MAYO DE 2020.  El Sucesor de Pedro celebró junto a la estatua de San José, la misma que en 1956 estuvo en San Pedro con el Papa Pacelli, al año siguiente de la institución de la solemnidad dedicada al Esposo de la Virgen; la misa del 1 de mayo en la Capilla de Santa Marta, sin multitud a causa de la pandemia.

Es el mismo Santo Patrón de los trabajadores de hace 64 años que vela por una clase que hoy es duramente golpeada por un adversario microscópico, como en su momento veló por el destino de ese segmento social que tuvo que reconstruir la Italia de la posguerra.

En procesión los miembros de la ACLI han querido ser protagonistas de llevar al Papa Francisco la estatua de poco menos de 150 centímetros, hecha en bronce dorado por el escultor Enrico Nell Breuning, custodiada en la sede romana de la asociación.

Como escribió el presidente nacional de la ACLI, Roberto Rossini, «nos anima a trabajar para que -como usted ha señalado repetidamente, Santidad- ningún trabajador esté sin derechos y el trabajo sea libre, creativo, participativo y solidario».