PANAMÁ. 30 DE MARZO DE 2021. El Obispo de la Diócesis de David, realizó la Misa Crismal el martes Santo, junto al clero en la Catedral San José, un encuentro especial en estos momentos de pandemia, donde todos se congregaron al Santo Crisma, renovando sus votos y promesas sacerdotales; misión a la que Dios les ha confiado.
Monseñor José Luis Cardenal Lacunza Maestrojuán, en su homilía señaló, los Oleos que consagraremos y bendeciremos son los medios a través de los cuales Dios Padre sale al encuentro de sus hijos para ayudarles y fortalecerles en las distintas circunstancias de la vida.
Consagración
En esta Eucaristía el Cardenal Lacunza, junto al clero presbiteral y a los feligreses, bendijo el Oleo de los enfermos que llegará como consolador de todas sus dolencias; también el aceite de los catecúmenos, utilizado para ungir a quienes se preparan para el bautismo y finalmente consagró el Santo Crisma, que se utiliza como sello espiritual en las ordenaciones sacerdotales, confirmaciones, bautizos, consagración de altares e Iglesias.
Le recordó a los presbíteros, “queridos hermanos, hemos de ser muy consientes de que un día nuestras manos fueron consagradas para bendecir, para perdonar, para llevar siempre y en todo lugar la caricia de la misericordia del Padre.
Por algo en esta celebración renovamos nuestras promesas sacerdotales, hermanos hemos de ser transmisores de la vacuna de la Misericordia, que destruya todo virus de egoísmo, indiferencia, individualismos o exclusión, les exhortó Monseñor Lacunza.
La experiencia que estamos viviendo a raíz de la pandemia ha debido mostrarnos, que el camino de la solidaridad y la fraternidad, es el único que puede transformar nuestro mundo, fueron las palabras del Obispo de la diócesis de David.
En la Diócesis de David el año pasado por efectos de la pandemia no se pudo celebrar la Misa Crismal y este año siguiendo las medidas de bioseguridad se realizó con la participación del clero, representantes de la vida consagrada y fieles de cada comunidad parroquial.