Las exequias de Monseñor Uriah Ashley Mclean con ritmos de la región de Coclé

Las exequias de Monseñor Uriah Ashley Mclean con ritmos de la región de Coclé

PANAMÁ. 2 DE DICIEMBRE DE 2020.   Con ritmos de la región de Coclé,  el Obispo de la Diócesis de Penonomé, Monseñor Edgardo Cedeño, realizó  las exequias de, Monseñor Uriah Adolphus Ashley Mclean,  en compañía de los Obispos de la Conferencia Episcopal Panameña, el clero, familiares y autoridades, según el aforo del templo y siguiendo las medidas de bioseguridad; luego de la ceremonia las cenizas fuero colocadas en un Altar mausoleo en la Catedral San Juan Bautista de Penonomé. 

 

Monseñor Edgardo Cedeño, señaló celebramos la vida iluminada por la palabra de Dios, que nos invita a vivir con fe, una esperanza en modo eclesial, que nos motiva dar gracias al Señor por lo compartido en cercanía y generosidad, escucha respetuosa, desprendimiento sincero y humilde, de corazón a quien rendimos gran homenaje a mi hermano Uriah Ashley.

 

El Señor Jesús pidió ¡remar mar a dentro! Lc 5, 1-11, Monseñor Uriah Ashley, conocía bien esta experiencia de mar, antes de consagrarse al Señor fue marinero en ultra mar, una experiencia profunda de conocer la libertad y horizonte para poder entender que es la barca de esta Iglesia, indicó.

 

Reafirmó que en esa experiencia de remar para ganar humildemente a Cristo y ofrecerlo al pueblo  con toda sencillez, un hombre entregado a la misión y el ser parte de una cultura, donde  no se distrajo, lo dio todo, lo entregó con generosidad a los más pobres, sobre todo en Penonomé.

 

Disfrutó su sacerdocio, si, recalcó Monseñor Cedeño, viviéndolo con gran compromiso, entrega y disposición, un hombre entregado a la misión, de ser parte de esta Iglesia que amo, acompañó y disfruto.

 

Dios nos ha hecho de esta manera un detalle tan hermoso, al  regalándonos a Monseñor Uriah; con sus limitaciones, si, pero también con su grandeza,  contemplación, su oración y su escucha generosa, surco la vida de este buen hermano, Dios sembró su semilla y ha dado su frutos, indicó.

 

Nosotros damos gracias  por ello, al tiempo que pedimos al buen pastor que venga a su encuentro y que lo lleve en sus hombros o ha muchas ovejas de esta Diócesis de Penonomé; expresó el Obispo de Penonomé y a su ves señaló, que desde el silencio, la comprensión, el acompañamiento oportuno, sobre todo en la celebración de la Eucaristía él vibraba en hacerlo.

 

El obispo de Penonomé, exhortó al pueblo de Dios, a acompañar a Monseñor Uriah con las oraciones, con afecto agradecido, por a ver compartido junto a el tanto tiempo, tantos momentos, tantas experiencias, soledades, preocupaciones.

Monseñor Rafael Valdivieso  Miranda, Obispo de Chitré y presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, reafirmó, “sus manos fueron entonces ungidas  para bendecir y perdonar, sus labios destinados a predicar el evangelio  y su corazón a acoger paternalmente a todos los hombres.   Este último adiós está marcado pues con la gratitud hacia una vida sacerdotal gastada en el servicio a Dios y a la Iglesia, que nuestra oración encomiende a Uriah Adolphus”.

 

Damos gracia a Dios por este gran momento tan especial para esta Iglesia que peregrina en la Arquidiocesis de Panamá y en la Diócesis de Penonomé, en la región de Bocas del Toro y a todas aquellas personas que compartieron la fraternidad, la alegría, la naturalidad, la espontaneidad de nuestro hermano Uriah Adolphus, por todos esos testimonio de perseverancia de pastor y su vocación en su ministerio, expresó el Obispo de Chitré.

 

Agradecemos por tantas bendiciones que nos regaló, por tantos dones que transmitió a muchas personas que  puso en el camino de su vida y pedimos que al ser llamado a participar de ese encuentro tan grande que lleno de muchos momentos la vida de Uriah; fueron las palabras del presidente de la C.E.P..