PANAMÁ. 24 DE OCTUBRE DE 2021.   El Obispo del Vicariato Apostólico de Darién, con una Eucaristía conmemoró la 95ª Jornada Mundial de las Misiones, titulada “No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído (Hch 4,20)”; celebración en la que expresó, es un día en que la Iglesia nos pide un aporte a dar desde nuestra propia pobreza, a ser más solidarios con los problemas del mundo, no solamente el día de las misiones sino siempre y un llamado a tomar conciencia de lo que significan las misiones en el mundo. 

 

Explicó, Monseñor Pedro Hernández Cantarero, que la Iglesia nos pide ser más solidarios y que en la evangelización de los pueblos tengamos la capacidad de interesarnos por el vecino y por aquel hermano que está lejano y con hambre; donde en comunidad de espíritu aportemos lo poco o mucho que tengamos, de tal manera que experimentemos que podemos estar en paz porque hay solidaridad, unidad y comprensión”. 

 

Desde nuestra pobreza tenemos que aprender a aportar no solo en lo económico sino que en la oración, en algún tipo de penitencia o sacrificio que podamos realizar este día indicó el Obispo de Darién, señalando que el aporte está destinado a la evangelización, a la catequesis, en general para que la Iglesia pueda tener esas ayudas que muchas veces recibimos para las giras misioneras en las periferias existenciales además para el traslado de los sacerdotes a través de los ríos o por mar. 

 

Antiguamente la Iglesia Católica Romana enviaba al Vicariato Apostólico de Darién, alrededor de ciento 20 mil dólares anuales, actualmente no llegamos ni a 50 mil dólares, porque nos dicen no ustedes son ya un país de primer mundo, no necesitan, dijo Monseñor Pedro, exhortando “Sintámonos solidarios y vayamos al encuentro de esos hermanos, y digámosle, estoy contigo, sonríe, Cristo te ama, vela por  ti, levántate y sigue en marcha”.   

 

Jóvenes realizan apostolado 

 

En el marco de esta celebración jóvenes de confirmación de la comunidad parroquial Nuevo Bijao, junto al Padre Alberto Domínguez responsable de la Zona Misionera de Yaviza, realizaron un apostolado de evangelización, visitando a familias y entregándoles canastas de comida y medicamentos.