El COVID-19: No ha encerrado la fe de un pueblo. Jesús Eucaristía está en todas las diócesis del País

El COVID-19: No ha encerrado la fe de un pueblo. Jesús Eucaristía está en todas las diócesis del País

PANAMÁ. 1 DE ABRIL DE 2020.  La Exposición del Santísimo, la Santa Misa, la oración permanente y la atención a los enfermos. No se ha dejado de vivir la “cultura de encuentro” a través de los espacios virtuales que han implementado las diócesis para brindar a sus feligreses un acompañamiento mutuo en estos momentos de crisis por el coronavirus. 

El coronavirus logró cerrar las Iglesias de nuestro país y en muchas partes del mundo, pero Jesús Eucaristía ha salido al encuentro de sus feligreses, a través de las diferentes plataformas comunicacionales. 

En estos momentos de incertidumbre que vive el mundo y del que nuestro país no escapa; así como los obispos y sacerdotes, monseñor Óscar Mario Brow, Obispo Emérito de la Diócesis de Santiago, no han parado de oficiar misas especialmente por los enfermos y fallecidos por el COVID-19 y por aquellos que arriesgan sus vidas para la detención de este mal. 

Monseñor Brow, celebra la Eucaristía en profunda comunión con el Señor; en sus reflexiones ha dicho que como hijos de la Luz, en estos momentos en que estamos experimentando una dura prueba por el coronavirus, es importante que frente a este desafío nos mostremos como auténticos hijos de la Luz.

Añadió, que «toda nuestra conducta refleje esta luminosidad, esa presencia de la vida definitiva que vence la muerte y el pecado”.

Hay que afrontar los desafíos con optimismo, como el que nace de la fe en el misterio Pascual del Señor, el Hijo de Dios, el Mesías que padeció, murió, resucito y venció la muerte, afirmó monseñor Brow.

La Zona Misionera de Metetí, en el Vicariato Apostólico del Darían, ante la suspensión de las misas presenciales para evitar la propagación del coronavirus, realizó la procesión con el Santísimo Sacramento, visitando todas las comunidades, llevarles una voz de aliento y que recibieran la bendición de Jesús Eucaristía; para que imploren al Altísimo que cese la pandemia.

Monseñor Pedro Hernández Cantarero, Obispo del del Darién y  las religiosas que sirven en esta región misionera, animan a sus feligreses a seguir en familia orando, a la lectura diaria de Palabra de Dios y al rezo del Santo Rosario.

En la Diócesis de Colón-Kuna Yala, el Padre Elquin Núñez, salió con el Santísimo Sacramentado por las calles de Arco Iris y La Cresta, para que sus fieles fueran bendecidos por el Señor al pasar por sus casas.

Explicó, “hicimos este recorrido para pedir la protección de Dios, alimentar al pueblo con su presencia para que no pierdan la fe en estos momentos en que más lo necesitamos; se realizó respetando las normas sanitarias”.

En un silencio  contemplativo y en oración permanente, las religiosas del mundo y las que sirven en nuestro país. Las de la comunidad agustina de San José en la diócesis de Chitré, desde sus claustros piden por los enfermos y fallecidos por el coronavirus. 

La Hna. Sor Mariela Chávez, superiora de esta comunidad agustina, dijo que a pesar del  claustro “no estamos alejadas de la realidad, conocemos el dolor actual del mundo” y “que en los momentos de incertidumbre, desesperación y temor; la oración es fortaleza y consuelo”.

Hace un llamado a la comunidad católica a orar desde donde se encuentren con sus familiares o con sus compañeros de trabajo, “respondamos con la universalidad de la oración”.

Ante las duras pruebas que asechan al mundo con esta pandemia, los feligreses católicos de la Diócesis de David, también se han armado del instrumento del Señor, con la ‘camándula’, rezando el Santo Rosario en familia; hacen novenas y rogativas desde sus hogares incorporándose de esta manera a una legión que elevan preces a Dios para que cese el coronavirus.

Leyda Mercedes Contreras, ministra extraordinaria de la Comunión en la Catedral San José de David, forma parte del ejercito de adoración del Señor desde su casa. Señala “estoy segura de que la oración es la mejor arma, como lo ha sido siempre en momentos difíciles que ha vivido el mundo”.

“No estamos solos, toda la Iglesia ora, confiada de que en Dios está el destino de toda la humanidad, y estoy convencida que, unidos en oración, se vencerá al enemigo, la pandemia del coronavirus” concluyó.