El Papa Francisco: Que los políticos busquen el bien de los pueblos y no el de su propio partido

El Papa Francisco: Que los políticos busquen el bien de los pueblos  y no el de su propio partido

PANAMÁ. 20 DE ABRIL DE 2020.   El Santo Padre pidió a todas aquellas personas que se dedican a la política de los distintos países, que en esta época de pandemia, lleven a cabo su vocación, que es una alta forma de caridad; en la misa que realizó en la Capilla de Santa Marta.

“Oremos hoy por los hombres y mujeres que tienen vocación política: la política es una alta forma de caridad. Por los partidos políticos de los distintos países, para que en este momento de pandemia busquen juntos el bien del país y no el bien de su propio partido”.

En su homilía, recordó que el cristiano no sólo debe cumplir los mandamientos, sino que debe dejarse conducir con docilidad por el Espíritu, que nos guía donde no sabemos: esto es renacer de lo alto, es entrar en la libertad del Espíritu.

El cristiano nunca debe detenerse en el cumplimiento de los mandamientos, sino que debe ir más allá, entrando en la libertad del Espíritu. El Papa también comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 4, 23-31) en el que, tras la liberación de Pedro y Juan, los discípulos de Jesús elevan juntos una oración a Dios para poder proclamar su palabra con toda franqueza ante las dificultades y amenazas: este valor – afirmó el Pontífice – es el fruto del Espíritu. Se renace de lo alto con la oración.

Que el Señor nos ayude a estar siempre abiertos al Espíritu, porque es Él quien nos llevará adelante en nuestra vida de servicio al Señor.

El Papa concluyó invitando a todos a realizar la comunión espiritual con esta oración:

“A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abandona en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea”.