Nuncio Miroslaw invita a intensificar oración por la paz del mundo entero

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Nuncio Miroslaw invita a intensificar oración por la paz del mundo  entero

“Es para mi un privilegio y un gran honor estar con todos los Obispos de la Conferencia Episcopal Panameña y al Arzobispo Metropolitano  por las palabras de bienvenida, me siento nuevo y a la vez como en casa”. Así  inició su homilía en la misa de la Jornada de Oración por la Paz, que presidió el  nuevo Nuncio Apostólico de Panamá, Miroslaw Adamczyk, en la Iglesia Nuestra Sra. Del Carmen, Pasadena.

Desde hace más de 50 años la Iglesia invita a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a orar por la paz; “gracias a Dios nosotros aquí en Panamá vivimos en paz”, señaló monseñor Miroslaw Adamczyk en su homilía.

Sin embargo, dijo que lamentablemente en el mundo siempre hay lugares donde reina la guerra y hace falta la paz, como en la República Democrática del Congo, donde la gente sufre a causa de la violencia.

Refiriéndose al llamado del  Papa Francisco, explicó que la razón por la celebración de la Jornada por la paz,  es para que todas las conferencias episcopales y  a los Obispos en particular, tomen  iniciativas más oportunas para tener una amplia participación de los fieles para unirse en oración, porque la paz es “un don fácil y frágil de destruir”.

Según monseñor Miroslaw Adamczyk, “si queremos promover la paz, podemos hacerlo a través del desarrollo, la educación, el diálogo y la solidaridad”.

También hizo énfasis en las palabras del Sucesor de Pedro, “Muchas veces los migrantes y refugiados son considerados como una amenaza para la paz, a la democracia y a la estabilidad; pero Su Santidad el Papa cambia esta  perspectiva y nos enseña que los migrantes y refugiados son gente como nosotros que buscan la paz, no son un peligro para nuestra estabilidad sino un don, elemento que puede enriquecer nuestra sociedad “.

La paz es libertad, aspiración profunda de todas las personas y todos los pueblos, especialmente en aquellos que sufren más su ausencia. El mundo de hoy conoce 250 millones de migrantes, de los que 22 millones y medio son refugiados, estos últimos huyen de las guerras y el hambre o se ven obligados a abandonar sus tierras a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza, expreso el Nuncio Apostólico.

Durante su homilía monseñor Adamczyk, pidió “ayuden a toda esa gente a encontrar un hogar seguro donde puedan vivir en paz; esto exige mucho trabajo y mucha generosidad, como también mucha prudencia”.

En representación de los Obispos de la Conferencia Episcopal Panameña, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, le dio la bienvenida a monseñor Miroslaw a quien le pidió que tenga en cada uno a un hermano y a un amigo.

“La presencia  y  el ministerio del Nuncio Apostólico, siempre nos acerca al Papa Francisco, por eso reciba todo el cariño de la C.E.P. junto a la Iglesia Istmeña”, recalcó.