Encuentro Nacional de Pastoral Familiar

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Encuentro Nacional de Pastoral Familiar

ACTUALIDAD

XXIII ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL FAMILIAR 

DIÓCESIS DE COLÓN – KUNA YALA

Del 14 al 16 de agosto del 2015

MENSAJE FINAL

“Retos y Desafíos de la Pastoral Familiar”

 

A las familias de Panamá, a los agentes de Pastoral Familiar, y a nuestras autoridades eclesiales y civiles, les enviamos nuestro fraternal saludo con la alegría de sentirnos en comunión con toda la Iglesia Católica, caminando en la esperanza.

Reunidos, el Consejo Nacional de Familia y Vida, y los Delegados de la Pastoral Familiar de las diferentes diócesis de nuestro país, con el objetivo de “Redescubrir la identidad de la Pastoral Familiar para fomentar la vida plena y la comunión misionera en toda la Iglesia” y centrados en la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de nuestro patrono San Juan Pablo II y motivados por las catequesis del Santo Padre, Papa Francisco, hemos mirado las luces y sombras de la familia panameña en su situación actual.

Luces que nos llenan de esperanza: 

  • -Familias fundadas en el amor esponsal y sacramental que viven y educan en el amor, teniendo como centro a Cristo, y que son capaces de defender sus derechos y asumir su responsabilidad.

 

  • -Familias que buscan el diálogo para fortalecer sus vínculos y vivir con autenticidad los valores y virtudes cristianas.
  • -Familias conscientes de su identidad, comunidad de vida y amor, que descubren su misión en la Iglesia y en el mundo, como formadora de personas, santuario de la vida, educadora en la fe y promotora del bien común, contribuyendo al bienestar social y económico del país.
  • -Familias conscientes de sus necesidades, que buscan la ayuda adecuada, y que se convierten ellas mismas en parte de la solución.
  • -Familias que a pesar de haberse fragmentado, luchan por sanar sus heridas y educan a sus hijos con el valor de la unidad matrimonial y familiar.

Sombras que vive la familia que nos hacen un llamado claro de atención:

  • -La familia sigue siendo víctima de una vida apresurada, donde los padres tienen que cumplir con largas jornadas de trabajo, para poder llevar el sustento a sus hogares, y aún así no terminan de cubrir los servicios básicos.  Además del alto costo de la vida, el tiempo que transcurre en el tráfico congestionado, el estrés con que viven a diario, hacen que las casas se conviertan en meros dormitorios, donde los momentos de convivencia conyugal y familiar son nulos, dando como consecuencia la falta de unidad y una marcada tendencia hacía el individualismo.
  • -Con mucho pesar observamos, como la violencia se ha apoderado de nuestras familias, siendo la mujer la principal víctima y en donde los niveles han llegado hasta la muerte de las mismas.
  • -Falta de cuidados preventivos a nuestros niños y jóvenes que son sexualmente atacados en sus propios ambientes.  Así como la ausencia de una orientación sexual basada en el respeto y la dignidad de la persona humana y en la formación del carácter, trayendo el inicio precoz de la actividad sexual y consecuencias, como la proliferación de enfermedades de transmisión sexual, el embarazo en la adolescencia y el aborto.
  • -Familias marginadas, campesinas e indígenas, que viven en áreas rurales y de difícil acceso en espera de respuestas acordes con su realidad.
  • -Parejas que no creen y no conocen la belleza del Sacramento del Matrimonio, viven con miedos y supersticiones la realidad de su amor, quedándose en matrimonios a prueba, uniones libres o casadas sólo por el matrimonio civil.
  • -Un creciente número de familias monoparentales, donde se vive con mayor dificultad la formación de los hijos, especialmente en temas de educación afectivo-sexual.

Por todo este deterioro y por otras múltiples situaciones que viven nuestras familias, deseamos llamar a la reflexión, pero sobre todo llamar a la acción, para que por fin los planes de gobierno y las políticas públicas contemplen las verdaderas necesidades de la familia, para que ella misma asuma un papel protagónico en la búsqueda de soluciones y juntos valoremos la dignidad del matrimonio formado entre un hombre y una mujer, los cuales tienen un papel insustituible en la formación de sus hijos y en la búsqueda del bien social.

Deseamos dejar un mensaje de esperanza a todas nuestras familias que sufren y que esperan, pero más allá, deseamos dejar un mensaje que mueva no sólo nuestras consciencias, sino nuestro ser y nos volquemos en acciones concretas.

Durante este encuentro, nuestros pastores nos han recordado, que la pareja a través del Sacramento del Matrimonio son verdaderos sagrarios y reflejos del Amor de Dios.  Creemos necesario que todas las parejas conozcan esta altísima dignidad de su vínculo esponsal y que viviendo con autenticidad su ser y quehacer como matrimonios cristianos, podemos a través del testimonio mostrarle al mundo la belleza de nuestra vocación.  De igual forma acompañar con misericordia, pero desde la verdad a las parejas que se encuentran en alguna situación irregular, motivándolos y acompañándolos para que puedan asumir su rol y vivir su fe.

A las puertas del próximo Sínodo de Familia convocado por el Santo Padre, Papa Francisco, deseamos elevar nuestra oración y nuestra voz, por salvar a la institución más importante de todas: LA FAMILIA

Desde nuestro servicio al Señor, queremos seguir proclamando:

 

“Mi Familia y Yo, Serviremos al Señor”.

 

Unidos en una sola esperanza, les saluda.

+Aníbal Saldaña Santamaría o.a.r.

Obispo Prelatura de Bocas del Toro

Presidente del Consejo de Familia, Vida y Juventud