Durante el XVI Encuentro de la Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA), que tiene lugar en Luján, Argentina, ADN Celam tuvo la oportunidad de dialogar con monseñor Luis Enrique Saldaña Guerra, quien acompaña la Pastoral Afropanameña en nombre de la Conferencia Episcopal de este país, al respecto ofreció una mirada sobre los desafíos de la identidad, la inclusión y la comunión eclesial de la pastoral afro.
Consultado sobre los aportes que Panamá está haciendo al EPA 16, monseñor Saldaña enfatizó la importancia de visibilizar, acompañar y articular la realidad afrodescendiente en la vida pastoral, integrando sus expresiones culturales, espirituales y comunitarias en la misión de la Iglesia.
“Siempre estamos tratando de fortalecer los espacios de acompañamiento y visibilización de la pastoral afro en nuestras diócesis”, señaló. “La idea es incluir dentro de nuestras pastorales el aporte cultural, religioso y ancestral de la pastoral afro”, explicó.
Según señaló el obispo, estos encuentros continentales como el EPA permiten visibilizar la riqueza del pueblo afrodescendiente en la vida de Iglesia, celebrar la identidad cultural y favorecer el surgimiento de comunidades más integradas y participativas.
Escuchar los clamores frente a la exclusión y el racismo
El también obispo de la diócesis de David Chiriquí, se refirió a los principales desafíos que enfrenta el pueblo afrodescendiente en Panamá y en la región, señalando que “uno de los clamores más fuertes es la exclusión. La marginación y el racismo se dan también dentro del caminar eclesial, tal vez sutilmente, pero existen”.
Frente a esa realidad, el obispo enfatizó que el desafío principal es romper barreras y construir relaciones fraternas, donde todos se sientan parte de la Iglesia. “La búsqueda es siempre poder integrar, conocernos y comprendernos para construir comunión”, afirmó.
Una pastoral fortalecida, unida y diversa
De cara a los resultados del encuentro, el líder religioso expresó su deseo de consolidar una pastoral afrodescendiente cohesionada y fortalecida a nivel continental, promoviendo una acción común que refleje la unidad en la diversidad. “Sueño con que nuestras diócesis y conferencias episcopales tengan una pastoral afro fortalecida, unida y reconocida dentro de la diversidad, como hijos de Dios”, apuntó.
El obispo, quien lleva año y medio al frente de esta responsabilidad, aseguró que la realidad afrodescendiente en Panamá es compleja: «algunos han logrado prosperar, pero muchos otros siguen viviendo en condiciones de pobreza y marginación». Esa inequidad, aseguró, también plantea desafíos pastorales para la Iglesia.
Una Iglesia panameña abierta e inclusiva
En este contexto, el obispo aseguró que la principal apuesta por parte de la Iglesia ha sido el acompañamiento pastoral y la inclusión. “Queremos una Iglesia panameña abierta, inclusiva y dialogante, donde podamos compartir lo que somos sin uniformarnos, sino uniéndonos en la diversidad”, mencionó.
Desde su mirada, el prelado asegura que es urgente incorporar plenamente en lo pastoral la riqueza cultural y espiritual de los pueblos afrodescendientes, convencido de que su presencia renueva y enriquece la vida de la Iglesia al mostrar su auténtica diversidad.
