Con el repique de tambores y el ritmo ancestral del Congo, la Arena Teófilo “Panamá” All Brown se llenó de fe, cultura e identidad con la Cita Eucarística 2025 de la Diócesis de Colón-Kuna Yala, el domingo 24 de agosto de 2025.

En una Misa Inculturada que congregó a comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas bajo el lema “Eucaristía: La Iglesia que camina en sinodalidad”, se resaltó la diversidad en la expresión de la fe y la esperanza viva que laten en cada corazón, en esta provincia excluida y olvidada. La liturgia de la palabra fue proclamada en español e inglés, lenguas que reflejan la historia viva arraigada en la identidad de este pueblo colonense.

Un mensaje firme y desafiante
Monseñor Manuel Ochogavía Barahona, obispo de la Diócesis de Colón-Kuna Yala, durante su homilía -recordando el mensaje del Papa León XIV en el rezo del Ángelus del domingo 24 de agosto sobre la “puerta estrecha” (Lc. 13,22-30)- hizo una reflexión profunda y desafiante para los cristianos, a quienes advirtió  “a no dejarse arrastrar por falsas seguridades ni por prácticas religiosas vacías.

Afirmó que no puede haber paz sin justicia, y que la confianza del pueblo solo se recupera cuando las instituciones que administran los fondos públicos actúan con transparencia y compromiso. “Panamá quiere paz, pero esta solo será posible cuando se defienda la dignidad del más pobre y haya justicia”, expresó.

El obispo Ochogavía exhortó a los católicos a vivir la fe con responsabilidad, señalando que el verdadero cristiano no se define solo por orar frente al Santísimo, sino por dar testimonio auténtico. Recalcó que “si como católicos no nos preocupa el destino del pobre, del que vive en sufrimiento y dolor, el nombre de cristiano nos está quedando muy grande”.

Denunció el creciente individualismo y la idolatría del dinero, en “una sociedad descristianizada, donde no importa la vida de nadie, solo el dinero; donde la ley de la empresa es invertir poco y ganar más”.

Denuncia profética ante un modelo excluyente
Monseñor Ochogavía señaló las profundas desigualdades del país, recordando que Panamá tiene una de las peores distribuciones de riqueza en América Latina, y que Colón refleja la exclusión y pobreza nacional, donde la personas asumen trabajos indignos “porque el hambre castiga y obliga a doblegarse”.

Añadió que el modelo económico actual no está funcionando y que esta crítica es compartida por el Papa Francisco y la Conferencia Episcopal Panameña. Como ejemplo señaló que en Costa Abajo de Colón, aún existen escuelas rancho y niños que estudian con hambre y sin acceso a salud digna. Añadió que esto no puede considerarse justo. Cuando la Iglesia habla es porque camina entre las comunidades apartadas, no para pedir votos, sino para acompañar y evangelizar, afirmó.

La Iglesia como defensora de los más vulnerables
El obispo Ochogavía recordó el papel histórico de la Iglesia en Panamá, desde su aporte económico en la gesta separatista de 1903, pasando por el trabajo de congregaciones como los Hermanos de La Salle, las Hijas de la Caridad, las Franciscanas de María Inmaculada, las Misioneras de la Madre Laura, los Claretianos y los Salesianos, hasta el acompañamiento a los mártires del 9 de enero y la entrega de su vida por los pobres del sacerdote Héctor Gallego.

“Quienes dicen que la Iglesia no ha contribuido al desarrollo de Panamá desconocen nuestra historia”, sentenció monseñor Ochogavía. Actualmente, la Iglesia en Colón sostiene comedores, asilos y obras de servicio, sin preguntar por afiliación política ni capacidad económica, destacó.

Un llamado a la conciencia sobre el embalse de Río Indio
También monseñor Ochogavía se refirió al proyecto del embalse en Río Indio, advirtiendo los riesgos para las comunidades campesinas y la falta de garantías en la reactivación de la Ley 44. Preguntó: “¿Hay garantías de que lo de Río Indio no se repita en otros ríos? ¿Qué pasará con los títulos de tierra, con el derecho a trabajar y vivir en esas tierras?”.

Apeló a la responsabilidad colectiva del pueblo panameño, al preguntar que “si el desarrollo llega con despojo y muerte, ¿estamos dispuestos a asumir esa sangre derramada?”.

Pidió diálogo, respeto y compromiso, porque “este país no puede construirse con órdenes impuestas, sino desde el diálogo y la defensa de la vida humana”.

Compromiso pastoral
Finalmente, monseñor reafirmó su compromiso pastoral con la Iglesia diocesana. Dijo que, a pesar de no ser el mejor modelo de sacerdote, “no cambiaría esta diócesis por nada. Aquí se aprende a ser pastor, a ver lo esencial y a caminar con el pueblo”.

La Diócesis de Colón-Kuna Yala está conformada por 19 parroquias, cuenta con 37 sacerdotes, 4 diáconos permanentes, 9 seminaristas, más de 120 delegados de la Palabra y 180 ministros extraordinarios, con una presencia activa en comunidades vulnerables, reflejando una Iglesia con rostro local, comprometida con la vida, la justicia y la fe.

Panamá, 26 de agosto de 2025


Homilía de Monseñor Manuel Ochogavía – Cita Eucarística Diócesis de Colón-Kuna Yala:



Revive la transmisión de la Cita Eucarística – Diócesis de Colón-Kuna Yala, 24 de agosto 2025: