“El llamado a la paz y a la unidad con el Papa León XIV debe encontrar eco en cada una de nuestras naciones. Muy especialmente en nuestra amada Panamá, un país que no ha estado exento de situaciones difíciles, donde a veces parece que la desconfianza prevalece sobre ese anhelo de unidad y concordia”, exhortó monseñor Dagoberto Campos Salas, Nuncio Apostólico, al presidir la Eucaristía de Acción de Gracias por el inicio del pontificado del Santo Padre.

La celebración se llevó a cabo en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, con la presencia de autoridades civiles, diplomáticas, eclesiásticas y fieles del Pueblo de Dios. En un ambiente de fe y esperanza, el arzobispo metropolitano, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, abrió la ceremonia con palabras de acogida y gratitud al decir: “Con profundo gozo y gratitud, les damos la más cordial bienvenida a esta celebración eucarística, en la que nos reunimos como Pueblo de Dios para elevar nuestra oración de acción de gracias por la elección del nuevo Sucesor de Pedro, Su Santidad el Papa León XIV”.

Monseñor Ulloa expresó su alegría por la elección del nuevo Pontífice, miembro de la Orden de San Agustín, y destacó la esperanza que su llegada genera en la Iglesia universal. Hizo votos para que “el Espíritu Santo lo fortalezca en su misión de confirmar a los hermanos en la fe, guiar al Pueblo de Dios en la caridad y ser signo de unidad en medio del mundo”.

Durante la homilía, el Nuncio Apostólico invitó a los panameños y a todos los que han hecho de esta tierra su hogar, a mantenerse firmes en la oración y en el compromiso por el bien común y la paz social. “Dios ha bendecido a Panamá con muchas riquezas, y la principal es su gente: noble, trabajadora y alegre”, manifestó, animando a la ciudadanía a no perder la esperanza y a actuar siempre guiados por un espíritu de unidad, recalcó.

En un contexto internacional y nacional marcado por desGestionar el sitioafíos crecientes, monseñor Campos subrayó que “el camino hacia la unidad y la paz no es fácil, pero es el sendero que Cristo nos ha trazado”. En este sentido, resaltó el profundo significado del lema pontificio del Papa León XIV: “En el único Cristo somos uno”, que –dijo– “nos recuerda que la unidad no es solo una aspiración humana, sino una realidad que se fundamenta en Cristo”.

Coincidiendo con la fiesta litúrgica de Santo Tomás Apóstol, el Nuncio recordó que, así como Tomás necesitó ver y tocar las llagas del Señor para creer, los cristianos de hoy están llamados a reconocer a Cristo en las heridas del prójimo y a ser testigos de su amor, misericordia y verdad “sin exclusiones de ningún tipo. Una Buena Nueva que no se impone, sino que se propone”, enfatizó.

Monseñor Campos también trajo a memoria las palabras del Papa León XIV durante su primera bendición Urbi et Orbi, el pasado 8 de mayo: “¡La paz esté con todos ustedes!”. En su Misa de inicio de ministerio petrino, el Papa expresó su deseo de que los cristianos sean, en medio de un mundo herido, “una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad”.

Al finalizar, el Nuncio destacó el firme llamado del Papa a trabajar por una mayor justicia global, recordando que “es necesario remediar las desigualdades que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e incluso dentro de nuestras propias sociedades”.

La celebración concluyó con una plegaria especial a Santa María la Antigua, patrona de Panamá, para que acompañe y proteja el ministerio del Papa León XIV.

Panamá, 3 de julio de 2025


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