En el marco de la Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Panameña, los obispos del país recibieron la visita de representantes de dos iniciativas impulsadas por los Misioneros del Espíritu Santo, que buscan responder con responsabilidad y esperanza a los desafíos que enfrentan hoy los ministros ordenados y consagrados.

El Padre Roberto Pantoja, presentó a los obispos la experiencia de la Fundación Rougier, un centro ubicado en Cuernavaca, México, que brinda acompañamiento terapéutico, espiritual, médico y psicológico a sacerdotes que atraviesan momentos de dificultad personal, pastoral o vocacional. El programa, de tres meses de duración, permite a los sacerdotes reorientar su vida y ministerio en un espacio seguro, donde pueden sanar y reencontrar el sentido de su vocación.

La atención se ofrece con el aval del obispo u ordinario del lugar, considerando la realidad particular de cada diócesis o congregación. Entre las situaciones que atienden se encuentran adicciones, crisis afectivo-sexuales, conflictos relacionales, desgaste pastoral o búsqueda de revitalización vocacional.

Por su parte, el Padre Marco Álvarez de Toledo, también misionero del Espíritu Santo, compartió con los obispos panameños el alcance del Proyecto Cruces, una propuesta integral de formación, prevención y consultoría para procesos personales e institucionales de Iglesia.

Esta iniciativa, con más de una década de experiencia, acompaña seminarios, casas de formación, congregaciones y diócesis mediante cursos, diagnósticos vocacionales y procesos de reestructuración misionera. Con un enfoque interdisciplinar, el proyecto combina teología, espiritualidad, psicología y ciencias sociales para ofrecer una formación más profunda y realista, especialmente en etapas sensibles como la post-ordenación, la crisis de mitad de vida o la configuración de modelos ministeriales más humanos y sinodales.

Tanto la Fundación Rougier como el Proyecto Cruces han despertado un interés genuino entre los obispos, quienes reconocieron la necesidad de espacios e instrumentos que favorezcan el acompañamiento de la vida sacerdotal y religiosa con criterios de madurez, corresponsabilidad, prevención y fidelidad evangélica.

Ambos programas seguirán abiertos a la colaboración con las diócesis panameñas, respondiendo a los desafíos de este tiempo con esperanza, profesionalismo y un profundo espíritu de servicio a la Iglesia.

 

Panamá, 3 de julio de 2025.


DESCARGAR: NOTA PROGRAMA DE REVITALIZACION 2025