La Iglesia Católica en Panamá celebró este martes 29 de abril, una emotiva Eucaristía para despedir y orar por el alma del Papa Francisco en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, presidida por monseñor Dagoberto Campos Salas y concelebrada por los obispos panameños.

Con una catedral abarrotada, se desarrolló la eucaristía, en la que le correspondió hacer la homilía, al arzobispo de Panamá y presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, en la que destacó el legado espiritual y humano que el Santo Padre dejó en nuestro país y en toda la Iglesia universal.

Recordó cómo Francisco, con su mirada tierna y paternal, reconoció en Panamá mucho más que un escenario para la Jornada Mundial de la Juventud: vio en esta tierra una nación noble, un puente natural de encuentros y una Iglesia joven que sueña y convoca.

“Panamá fue para Francisco una ‘tierra de sueños’ y un ‘hub de esperanza’, no solo por su ubicación geográfica, sino porque aquí los jóvenes del mundo se encontraron bajo un mismo cielo”, afirmó el arzobispo.

Conmovido, monseñor Ulloa recordó cómo el Papa inspiró a los panameños a ser artesanos de esperanza, constructores de paz y sembradores de justicia, insistiendo en la necesidad de construir un país con gobernantes honestos, que nunca olviden a los más vulnerables.

“Entre lágrimas, damos gracias —dijo monseñor Ulloa— por su vida entregada, por su testimonio valiente, por su Evangelio hecho carne”.

La Misa además de los obispos del país, contó con la presencia del presidente de la República, Raúl Mulino, ministros autoridades gubernamentales, representantes del cuerpo diplomático, miembros del Comité Ecuménico e Interreligioso, sacerdotes, laicos y estudiantes de colegios católicos. Al final de la celebración se entregó un recordatorio del Papa y se anunció que el libro de condolencias estará disponible en todas las parroquias del país hasta el 4 de mayo.

Panamá, 26 de abril de 2025.