En muchos países del mundo celebran el Día de la Madre; el Papa Francisco, recordó a cada una con gratitud y afecto. Ayer se celebró en Europa, el 70 aniversario de la Declaración de Schuman, que inspiró la integración europea. Y hoy hace 40 años, San Juan Pablo II dio voz al clamor de la población del Sahel duramente probada por la sequía.
El Papa Francisco las recordó “con gratitud y afecto”, encomendándolas a la protección de María, nuestra Madre celestial. Y dirigió también un pensamiento especial a las madres que han pasado a la otra vida y nos acompañan desde el Cielo.
Un 9 de mayo de hace 70 años, se firmaba la Declaración Schuman. Sobre esta Declaración, se inspiró el proceso de integración europea, permitiendo la reconciliación de los pueblos del continente después de la Segunda Guerra Mundial y “el largo período de estabilidad y paz del que nos beneficiamos hoy en día”, como dijo en sus saludos el Papa.
Su Santidad Francisco felicitó a los jóvenes que se han comprometido con la iniciativa «Laudato Si’ Alberi», “Laudato Si, Árboles”. Es una iniciativa que tiene por objetivo plantar al menos un millón de árboles en la región del Sahel que formarán parte de la «Gran Muralla Verde de África«.
Senegal es el país que más árboles ha plantado, once millones de acacias. Esta especie es la más resistente a los largos períodos de sequía. La región del Sahel cubre una línea de 8.000 kilómetros de largo y 15 de espesor que cruza once países del continente africano desde el océano atlántico al mar Rojo.