PANAMÁ. 11 DE MAYO DE 2020. El Papa Francisco rezó por todos aquellos que sufren porque perdieron sus trabajos durante este período y recordó el 75º aniversario del hallazgo del cuerpo de San Timoteo en la Catedral de Termoli, Italia durante los trabajos de restauración de 1945; expresó en la Misa en la Capilla de la Casa de Santa Marta, este lunes de la V semana de Pascua.
“Nos unimos a los fieles de Termoli, hoy en la fiesta del hallazgo del cuerpo de San Timoteo. En estos días mucha gente ha perdido su trabajo; no fueron contratados de nuevo, trabajaban ilegalmente… Oremos por estos hermanos y hermanas nuestros que sufren esta falta de trabajo”.
En su homilía, el Pontífice dijo que el Espíritu Santo nos ayuda a comprender cada vez más lo que Jesús nos enseñó: la doctrina no es estática, sino que crece en la misma dirección.
Esto – dijo el Pontífice – es el recuerdo del Espíritu Santo en la vida de uno. Te lleva a la memoria de la salvación, a la memoria de lo que Jesús te enseñó, pero también a la memoria de tu propia vida.
«Y en este recuerdo, el Espíritu Santo nos guía; nos guía para discernir, para discernir lo que debo hacer ahora, cuál es el camino correcto y cuál el equivocado, incluso en las pequeñas decisiones.
Si pedimos luz al Espíritu Santo, nos ayudará a discernir para tomar las decisiones correctas, las pequeñas decisiones de cada día y las más grandes». El Espíritu «nos acompaña, nos sostiene en el discernimiento», «nos enseñará todo, es decir, hace crecer la fe, nos introduce en el misterio,
El Espíritu es el don de Dios. El Espíritu es precisamente el Don: «No te dejaré solo, te enviaré un Paráclito que te sostendrá» y nos ayudará a avanzar, a recordar, a discernir y a crecer. El don de Dios es el Espíritu Santo. Al concluir el Santo Padre dijo, “Que el Señor nos ayude a mantener este don que nos dio en el Bautismo y que todos tenemos dentro de nosotros”.