PANAMÁ. 10 DE ABRIL DE 2020.  “Para muchos este Viernes Santo es muy triste no poder asistir al templo, es un día sagrado, es la muerte de Jesús; estamos ante una situación de una pandemia donde muchos viven aterrados, atemorizados, con desconfianza, con inseguridad; es el Crucificado es el que nos da a los cristianos y los creyentes nos da confianza, seguridad y fortaleza”, expresó monseñor Adudilio Aguilar, Obispo de la Diócesis de Santiago, en la liturgia del Viernes Santo, realizada en el Seminario Diocesano San Liborio.

Añadió, el Señor nos invita a poner la confianza en él, a elevar nuestros ojos al cielo y pedir su auxilio, por eso en esta celebración por esta pandemia, para que cese, para que se acabe el sufrimiento.

Hemos visto imágenes muy tristes de personas sufriendo a causa del coronavirus, recalca monseñor Audilio, que también el hombre se ha apartado de Dios,  le ha dado la espalda, ha vivido de sus pasiones, de sus placeres y así como en los tiempos de Moisés a creado su ídolo de oro y de plata.

Monseñor Adudilio Aguilar Aguilar, señala que los cristianos y creyentes tenemos que ser hombres y mujeres de oración, que adoremos al único y verdadero Dios, que está en medio de nosotros, que murió y que resucito para quedarse.

Él nos fortalece y nos invita a pedir con confianza de que sea él, quien sane a este pueblo, porque a pesar de que estamos asechados por una pandemia a causa de un virus, sin embargo el pecado a estado siempre asechándonos, donde muchas veces caemos en el y nos dejamos seducir, dijo.

Dios este Viernes Santo, nos pide que cambiemos de actitud ante esta situación que vivimos, para pedirle perdón, por nuestros pecado y por los de la humanidad, de muchos hombres y mujeres que se han apartado de Dios, y han puesto en su lugar al dinero, el poder y el placer., señala monseñor Aguilar, que son las mismas tentaciones que tuvo el Señor en el desierto.

Según monseñor Aguilar, nos correspondo a los cristianos y creyentes hoy clamar misericordia para que el Señor derrame su Misericordia sobre este pueblo que ha pecado, se ha apartado y se ha dejado seducir y por aquellos que no somos capases de dar un testimonio coherente de que hemos sido salvados por la preciosísima Sangre de Cristo.

“Ofrezcamos al Señor nuestra vida, sacrificio y la oración para que nos salve a la humanidad y los hombres encuentren ese Dios de amor, busquemos la paz, la tranquilidad que nos da y vivamos de acuerdo a su voluntad.”, expresó.

Hemos participado y escuchado de un juicio donde se mescla lo religioso, lo civil y lo penal, donde se buscan argumentos religioso para que sea condenado por la autoridad civil la que condene a Jesús, ante un juicio donde opera la calumnia y la mentira; recalca monseñor Aguilar, que por eso ellos querían hacerlo antes de la pascua, esa fecha es el recuerdo del paso del Señor por su pueblo cuando estaba en Egipto.

Ayer veíamos que Jesús le lava los pies a los discípulos y hoy vemos como es crucificado, para enseñarnos que así nos ha redimido, nos ha salvado y mostrarnos el camino correcto que todos debemos seguir, concluye el Obispo de la Diócesis de Santiago.