PANAMÁ. 12 DE DICIEMBRE DE 2020.   En la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, niños de la comunidad parroquial del Metetí, recibieron el Sacramento de la Primera Comunión, en una Eucaristía presidida por Monseñor Pedro Hernández Cantarero, Obispo del Vicariato Apostólico de Darién.

 

Monseñor Pedro Hernández Cantarero, en su homilía señaló, celebrar este sacramento de la Primera Comunión, en esta fiesta especial de Nuestra Señor de Guadalupe, con estos niños que entran en el proceso de crecimiento mayor en la fe, al comer el alimento del Cuerpo y la Sangre de Cristo Jesús, que da fortaleza, que da la actitud de valentía, de confianza y que nos ayuda a todos a crecer más en unidad, en amor y en gracia.

 

Impartir este sacramento a los niños para que el Señor les de fortaleza, les acompañe siempre y les ayude a perseverar en la pureza de corazón; y en la vida ordinaria que sientan viva esa devoción por Jesús Eucaristía, indicó.

 

Dijo además que, es importante tener presente lo que el Evangelio nos proclama en esta celebración, “la visita de María a su prima Isabel”, dos realidades muy diferentes y a las vez muy importantes en la historia de la salvación.

 

Dios habla a través de todo tipo de personas en el momento que él quiera, cuando él quiera y de la manera que él quiera.   Para luchar y trabajar en el conocimiento de la fe y de la esperanza cristiana, debemos tener presente que todos los procesos tienen indicativos, señala Monseñor Hernández, por ejemplo Juan Diego, se dejó llevar por la fragilidad de la fe, que lo condujo a superar el miedo, el pánico, el terror que sentía al enfrentarse a una persona como el Arzobispo de México de esa época.

 

En el trascender de la vida, el Señor quiere hacer de nosotros vida nueva, una confianza plena, con actitud alegre, siempre felices, recalcó el Obispo de Darién, porque esa mujer del Evangelio ‘María’, ha acompañado todos los procesos de nuestros pueblos en América.

 

El Obispo de Darién destacó, que en el año 1999 el Papa San Juan Pablo II visitó México, proclamó el 12 de diciembre como una fiesta para toda América, no es solo la fiesta de un pueblito, es una fiesta de todo el continente americano  y de muchos lugares del mundo que la acoge y la proclaman como Emperatriz de América, como la Reina que nos ayuda a ir compartiendo día tras día el valor y el sentido de la unión con  Cristo Jesús nuestro Señor.

 

Experiencia que nos ayuda a descubrir el verdadero sentido y el valor que ha llevado a estos niños en el proceso de crecimiento y maduración en la fe a través de la catequesis. Porque los catequistas han ido forjando en ellos un proceso de conocimiento, que se hace realidad a través del Sacramento de la Primera Comunión, fueron las palabras de Monseñor Hernández Cantarero.